martes, 26 de julio de 2011

humanismo y democracia en gracia...

















l humanismo surgió en Grecia con Sócrates, cuando éste orientó la Filosofía a ocuparse en los temas del hombre (el conocimiento racional de la verdad y la Ética). Originó la paideía como teoría y práctica de la educación de los griegos según un modelo humanista (que implicaba también una educación cívica y una educación estética). Sócrates (s. IV a.C.) propagó esta paideía por toda Grecia, y luego este ideal educativo pasó a Roma: Cicerón tradujo este término por humanitas, y de aquí viene "humanismo" y "humanidades".
Este humanismo clásico grecorromano fue reavivado en Europa en los ss. XIV-XVI por el humanismo renacentista. A través de éste, el humanismo se convirtió en la base de la cultura occidental que tradicionalmente ha inspirado la educación europea. En el s. XVIII, esta base se completó con el humanismo de la Ilustración y, luego, con el humanismo del neoclasicismo alemán, expresado en su teoría de la Bildung (o formación). Esta última, cifra el ideal de la formación humana en los siguientes rasgos: conocimientos extensos, profundización en los temas, conciencia de lo fundamental, comprensión del mundo y de sí mismo, buen nivel de aptitud, armonía entre la vida intelectual y la vida práctica, presupuestos éticos y gusto estético.
Hay distintas clases de humanismo, emergidas de las correspondientes distintas concepciones de hombre: el humanismo cristiano, el humanismo marxista, el humanismo personalista, el humanismo anarquista, etc. Cada una de ellas puede hacer alguna aportación interesante para un humanismo integral, que es el que cada uno de nosotros podríamos y deberíamos adoptar.
A comienzos de los años de 1970, Edgar Faure propuso el humanismo científico, que al humanismo tradicional le añadía elementos adaptados a las características y necesidades de la sociedad post-industrial. Este tipo de humanismo es muy válido también para la nueva "sociedad del conocimiento", y es el que nosotros recomendamos. 



Democracia en Grecia

Atenas fue una de las primeras democracias conocidas (aunque algunas investigaciones antropológicas sugieren que los comportamientos democráticos fueron probablemente habituales en algunas sociedades apátridas mucho antes de la época de esplendor de Atenas). Otras ciudades griegas también establecieron democracias, pero no todas siguiendo el modelo ateniense, y desde luego ninguna fue tan poderosa ni tan estable (o bien documentada) como la de Atenas. Sigue siendo un experimento único e intrigante en la democracia directa, donde la gente no elige a representantes para votar en su nombre, sino que desarrollaban la legislación y ejercían el poder ejecutivo de manera personal. No obstante, la participación no era ni mucho menos universal, pero dentro de los que participaban apenas influía el poder económico, y la cantidad de gente involucrada era enorme. La opinión pública de los votantes estaba influenciada notablemente por la sátira política realizada por los poetas cómicos en los teatros.
Solón (594 a. C.), Clístenes (509 a. C.) y Efialtes de Atenas (462 a. C.) contribuyeron al desarrollo de la democracia ateniense. Los historiadores discrepan sobre cuál de ellos fue responsable de la creación de cada una de las instituciones, y cuáles de ellas representaron más fielmente un movimiento verdaderamente democrático. Lo más habitual es tomar como referencia de partida de la democracia a Clístenes, puesto que la constitución de Solón fue abolida y substituida por la tiranía de Pisístrato, mientras que Efialtes revisó la constitución de Clístenes de una forma relativamente pacífica.

Alejandro Magno

Colegio: iberoamericano
Nombre: Jordán arias
Fecha:25­/07/11







Alejandro magno






                                                                      Grado: 6 primaria
                                                                      Clave: 2
                                                                      Maestra: Heidi coyote
Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: Μέγας Αλέξανδρος, romanización: Mégas Aléxandros);1Pella, 20 ó 21 de julio de 356 a. C.2 3  Babilonia, 10 ó 13 de junio, de 323 a. C.),4 fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte. Hijo y sucesor de Filipo II de Macedonia. Filipo le había preparado para reinar, proporcionándole una experiencia militar y encomendando a Aristóteles su formación intelectual. Alejandro Magno dedicó los primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo para rebelarse. Y enseguida –en el 334 a. C.– lanzó a su ejército contra el poderoso y extenso Imperio Persa, continuando así la empresa que su padre había iniciado poco antes de morir: una guerra de venganza de los griegos —bajo el liderazgo de MacedoEn su reinado de 13 años, cambió por completo la estructura política y cultural de la zona al conquistar el Imperio Aqueménida y dar inicio a una época de extraordinario progreso e intercambio cultural, en la que lo griego se expandió por los ámbitos mediterráneo y próximoriental. Es el llamado Período Helenístico (323–30 a. C.) Tanto es así, que sus hazañas le han convertido en un mito y, en algunos momentos, en casi una figura divina, posiblemente por la profunda religiosidad que manifestó a lo largo de su vida.6
Tras consolidar la frontera de los Balcanes y la hegemonía macedonia sobre las ciudades-estado de la antigua Grecia, poniendo fin a la rebelión que se produjo tras la muerte de su padre, Alejandro cruzó el Helesponto hacia Asia Menor (334 a. C.) y comenzó la conquista del Imperio Persa, regido por Darío III. Victorioso en las batallas de Gránico (334), Issos (333), Gaugamela (331) y de la Puerta Persa(330), se hizo con un dominio que se extendía por la Hélade, Egipto, Anatolia, Oriente Próximo y Asia Central hasta los ríos Indo y Oxus. Habiendo avanzado hasta la India, donde derrotó al rey Poro en la batalla del Hidaspes (326), la negativa de sus tropas a continuar hacia Oriente le obligó a retornar a Babilonia, donde falleció sin completar sus planes de conquista de la península arábiga.
nia— contra los persas.

El conquistador macedonio falleció en circunstancias oscuras, dejando un imperio sin consolidar. El control sobre diversas regiones era débil en el mejor de los casos, y había partes del norte de Asia Menor que jamás se hallaron bajo dominio macedonio. Al morir sin nombrar claramente un heredero, le sucedió su medio hermano Filipo III Arrideo (323–17), que era deficiente, y su hijo póstumo Alejandro IV (323–9). Meros figurones, el verdadero poder estuvo en manos de sus generales, los llamados diádocos (sucesores), que iniciaron una lucha despiadada por la supremacía que conduciría al reparto del imperio de Alejandro y su fraccionamiento en una serie de reinos, entre los cuales acabarían imponiéndose el Egipto Ptolemaico, el Imperio Seléucida y la Macedonia antigónida.

Alejandro es el mayor de los iconos culturales de la Antigüedad, ensalzado como el más heroico de los grandes conquistadores, un segundo Aquiles, o vilipendiado como un tirano megalómano que destruyó la estabilidad creada por los persas. Su figura y legado ha estado presente en la historia y la cultura tanto de Occidente como de Oriente a lo largo de más de dos milenios, y ha inspirado a los grandes conquistadores de todos los tiempos, desde Julio César hasta Napoleón Bonaparte.
Alejandro es el mayor de los iconos culturales de la Antigüedad, ensalzado como el más heroico de los grandes conquistadores, un segundo Aquiles, o vilipendiado como un tirano megalómano que destruyó la estabilidad creada por los persas. Su figura y legado ha estado presente en la historia y la cultura tanto de Occidente como de Oriente a lo largo de más de dos milenios, y ha inspirado a los grandes conquistadores de todos los tiempos, desde Julio César hasta Napoleón Bonaparte.

Alejandro tenía el hábito de inclinar ligeramente la cabeza sobre el hombro derecho,8 era físicamente de hermosa presencia, de baja estatura con cutis blanco, cabello ondulado de color castaño claro y ojos heterócromos (uno marrón —el izquierdo— y otro gris), que no se sabe si eran así de nacimiento o como consecuencia de un traumatismo craneal.
                                                            Imperio de Alejandro magno
http://vidasdefuego.com/imagenes/biografias/alejandro-magno/mosaico-batalla-issos-alejandro-magno.jpg











http://contarcuentos.com/wp-content/uploads/2010/12/alejandromagno.jpg
                                                                               
Alejandro magno       


Guerra
http://www.32rumbos.com/alejandro/phalanx.jpg



              




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Estatua en honor de Alejandro Magno

civilizacion china


Civilización china                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Historia de China, como cronología de una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad hasta la actualidad, tiene sus orígenes en la cuenca del Río Amarillo, donde surgieron las primeras dinastías Xia y Shang . La existencia de documentos escritos hace cerca de 3500 años han permitido el desarrollo en China de una tradición historiográfica muy precisa, que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías hasta la edad contemporánea. La cultura china, según el mito, se inaugura con los tres emperadores originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el Emperador Amarillo Huang, este último considerado como el verdadero creador de la cultura. Sin embargo, no existen registros históricos que demuestren la existencia real de estas personalidades, las que de acuerdo con la transmisión oral de generación en generación, habrían vivido hace unos 5000  a  6000 años.

La enorme extensión del territorio ocupado por el estado actual de la República Popular China hace que, inevitablemente, la historia de todo este territorio abarque, en sentido amplio, a un gran número de pueblos y civilizaciones. Sin embargo, el hilo conductor de la narración tradicional de la historia china se centra, en un sentido más restringido, en el grupo étnico de los chinos, y está íntimamente asociada a la evolución de la lengua china y su sistema de escritura basado en los caracteres. Esta continuidad cultural y lingüística es la que permite establecer una línea expositiva de la historia de la civilización china, que, tanto desde los textos más antiguos del I milenio a. C., como desde los clásicos confucianos, pasando por las grandes historias dinásticas promovidas por los emperadores, ha continuado hasta el presente. Los descubrimientos arqueológicos del siglo XX, muy en especial los de los huesos oraculares, que recogen las primeras manifestaciones escritas en lengua china, han contribuido en las últimas décadas a un conocimiento mucho más detallado de los orígenes de la civilización china.
La narración tradicional china de la historia se basa en el llamado ciclo dinástico, mediante el cual los acontecimientos históricos se explican como el resultado de sucesivas dinastías de reyes y emperadores que pasan por etapas alternas de auge y declive. Este modelo del ciclo dinástico ha sido criticado por muchos autores1 por dos razones fundamentales En primer lugar, por su simplismo, ya que el modelo adopta un patrón recurrente según el cual los primeros emperadores son heroicos y virtuosos, mientras que los últimos son débiles y corruptos. Esta visión está sin duda influida por la interpretación de las propias dinastías reinantes, que encontraban en la degradación de la dinastía precedente una legitimación de su propio ascenso al poder. En segundo lugar, el modelo dinástico ha sido también criticado por presentar una visión nacionalista artificial, pues lo que en una interpretación alternativa podría verse como una sucesión de diferentes estados y civilizaciones en un mismo territorio, aparece como una mera alternancia de regímenes de gobierno en el marco imperturbable de una entidad nacional única.
A pesar de estas críticas, el modelo del ciclo dinástico permite ver los acontecimientos históricos que han llevado a la formación de la china actual como una estructura lineal de fácil comprensión, lo cual ha mantenido su vigencia entre los historiadores hasta la actualidad. Otra razón principal por la que el estudio de las dinastías y sus emperadores ha sido fundamental entre los chinos en el análisis de su propia historia es el sistema tradicional de datación de fechas, según el cual cada emperador establecía sus periodos de reinado como marco para contabilizar los años. Así, el año cristiano de 1700 se corresponde según el sistema tradicional chino con el año 38 de la era Kangxi, mientras que el año 1750 sería el año 15 de la era Qianlong. Incluso hoy en día, en Taiwán el año 2007 se designa en contextos formales como año 96 de la republica esta uso de las dinastías y sus emperadores para la propia datación de los años ha hecho imprescindible el dominio de la cronología dinástica en la tradición cultural china para adentrarse en el estudio de la historia.

lunes, 25 de julio de 2011

bajo imperio




 
Aspectos  sociales

 
Para el siglo III, la gran extensión del Imperio había vuelto muy lentas y difíciles las comunicaciones: a pesar de la excelente estructura de vías de comunicación, las calzadas romanas, y del sistema de postas, los mensajeros imperiales sólo podían aspirar a hacer trayectos como Roma-Antioquía o Roma-Londres en más de una semana. Estos medios no garantizaban la lealtad de los ejércitos fronterizos: los ejércitos de las provincias fronterizas incorporaban gente del lugar y se establecían fuertes vínculos de lealtad entre las tropas y sus comandantes, quienes, contando con esa fuente de poder, podían aspirar a ser emperadores del Imperio si se presentaba la ocasión.



 
Aspectos económicos


La situación económica del Imperio a finales del siglo III era crítica. Las invasiones y los abusos de los grandes terratenientes, libres de cualquier gobierno capaz de refrenarlos, produjo un abandono de los campos por parte de los campesinos en busca de ocupaciones más prometedoras como el bandolerismo, lo cual se tradujo a su vez en una creciente inseguridad del medio interurbano, desfavoreciendo el comercio terrestre.
Así mismo, se produjo un debilitamiento del sistema monetario. El funcionamiento de la acuñación antigua estaba basado en que el valor de la moneda era el del metal que contenía, pero en tiempos de crisis, se solía rebajar la calidad de la moneda con la adición de un metal inferior, sin reducir su valor nominal. En tiempos de Nerón, se emitieron denarios de plata con una pureza del 90%. Marco Aurelio emitió moneda de plata con un 75% de metal noble y Septimio Severo con un 50%, todo ello para sufragar los crecientes gastos militares.


























periodo de pericles

siglo de pericles
Siglo de Pericles, término acuñado al período de la historia de Atenas dentro del siglo V a. C. en el que alcanzaron su apogeo diversas manifestaciones culturales. Pericles ―estratega, político y orador ateniense― supo rodearse de las personalidades más destacadas del momento, hombres excelentes en política, filosofía, arquitectura, escultura, historia, literatura, etc. Fomentó las artes y las letras y dio a Atenas un esplendor que no se repitió a lo largo de su historia. Realizó también grandes obras públicas y mejoró la calidad de vida de los ciudadanos. De ahí que esta importante figura histórica haya legado su nombre al Siglo de Oro ateniense, cenit de la Grecia clásica.
Siglo de Pericles, término acuñado al período de la historia de Atenas dentro del siglo V a. C. en el que alcanzaron su apogeo diversas manifestaciones culturales. Pericles ―estratega, político y orador ateniense― supo rodearse de las personalidades más destacadas del momento, hombres excelentes en política, filosofía, arquitectura, escultura, historia, literatura, etc. Fomentó las artes y las letras y dio a Atenas un esplendor que no se repitió a lo largo de su historia. Realizó también grandes obras públicas y mejoró la calidad de vida de los ciudadanos. De ahí que esta importante figura histórica haya legado su nombre al Siglo de Oro ateniense, cenit de la Grecia clásica.